
La decadencia del templo taoísta Kai Yuan
Descubrimos este rincón de casualidad. Entre el «no hace falta que vayamos para allá, que parece que no hay nada», el «igual está prohibido entrar» al «venga, va, rápidamente». Como decía en otra publicación –El Museo de Jingzhou (Hubei)-, nos acercamos casi como delincuentes, porque no invitaba demasiado a entrar. Accedimos desde el interior del recinto del Museo, sin saber si la entrada estaba prohibida o hacia dónde llevaba el camino. La zona de acceso, como podéis ver en la foto, no era muy halagüeña.

Por los comentarios que he podido «leer» (dígase buscar a ciegas en la aplicación china Amap -equivalente de Google Maps, ya que este está censurado en China- y luego hacer captura de pantalla para traducir a través de una aplicación), lleva cerrado al público, al menos, desde 2013. La puerta de acceso externa, desde la calle, está clausurada, y seguramente -no iba a ser excepción, considerando los comentarios y el estado del lugar- también esté restringida la entrada al público desde el acceso interno que nosotros usamos.
En obras
Había algunos obreros en el interior del recinto y nos miraron con curiosidad (como normalmente hacen en esta ciudad, en la que no están acostumbrados a ver occidentales), y probablemente por el mero hecho de ser extranjeros no nos echaron de allí. Puede sonar extraño, pero os aseguro que las diferencias de trato de parte de chinos de ciudades «pequeñas» (comillas, de nuevo, kilométricas) hacia extranjeros blancos son notablemente favorables (y racistas hacia todos los demás, incluidos ellos mismos).
La cuestión es que todo el recinto estaba, si se me permite, patas arriba. Así que, entre utensilios y materiales de obra, dimos la vuelta completa al lugar, casi a puntillas para que ningún trabajador nos privara de la visita.
No es budista
Al contrario de lo que muchos suelen pensar, no todos los templos en China son budistas. Este, en concreto, pertenece al taoísmo. Pero, antes de continuar, contextualicemos: los chinos son, en su enorme mayoría, agnósticos o ateos. Le siguen, en segundo lugar, los budistas. Y ya entran las minorías, como son el cristianismo, el islam o el taoísmo. Se puede consultar este artículo, que afirma que solamente el 1% de la población es taoísta (antes de 2008, así que once años después habrá decaído la cifra exacta).
En Jingzhou, según me ha contado una habitante, hay tres templos taoístas, lo que, en una ciudad de seis millones de habitantes, es una cantidad considerablemente irrisoria. Pero no les hacen falta más. Son las personas mayores chinas, normalmente, las religiosas, con lo que con los años va decayendo la asiduidad a los lugares sagrados. Así, es totalmente revelador el estado de este templo: como decía, cerrado, al menos, desde 2013, y con evidente deterioro. Apenas acude nadie. Si finalmente esos obreros restauran y se reabre el templo, estará más enfocado al turismo. Sin duda. Tanto es así, que otro de los templos taoístas en Jingzhou cobra la entrada, incluso.
Todo está cerrado
En fin, no es ninguna sorpresa que, cuando se accede a un recinto que técnicamente está clausurado, una se encuentre cada edificio religiosamente cerrado. En cualquier caso, por lo que me contó la misma habitante de Jingzhou que he nombrado antes, este lugar está (o estaba) dedicado, además de al taoísmo, a un miembro de la Dinastía Tang, que comenzó la construcción original de este sitio cerca de 1500 años atrás (se dice pronto). Así que, aunque durante estos días no los hayan cuidado bien la intemperie o las personas, todavía podemos observar objetos así:
Hay dos edificios muy sencillos y también simples pagodas cuyos techos están cubiertos por curiosos dibujos y representaciones.
No dejéis de reparar en esa magnífica y graciosísima tortuga de piedra que está enterrada frente a la pagoda. No es que sea evidente por su forma que es una tortuga, pero es algo común encontrársela en estos sitios, porque para ellos representa(ba) longevidad y buena suerte, entre otros.
Mi parte favorita
Finalmente, es reseñable mi parte favorita del recinto y, seguramente, la más antigua. Aunque cerrado, su parte exterior es suficientemente llamativa. Es el templo taoísta en sí mismo; desconozco si los otros dos edificios serían de culto también, pero supongo que, si no al taoísmo, sí en conmemoración de aquel miembro de la Dinastía Tang. Digo que es templo, más allá de que el propio recinto también lo componga, por las dos figuras que custodian ambos flancos de la escalera, ahora protegidas por madera. Sabiendo de otros, estos probablemente sean «leones» (las comillas van porque suelen parecerse poco o nada a leones reales). También, por todas esas bestias anexas a la construcción y que podéis apreciar en las imágenes de más abajo.
Es muy común en la arquitectura china encontrar animales en las crestas de los tejados, para otorgarle nobleza al edificio (el número de bestias señalaba el rango de la construcción), fomentar su mitología e, incluso, protegerlo, siguiendo sus creencias. También, es muy frecuente hallar historias o escenas grabadas en sus piedras, como podéis ver en la balaustrada. Y aquí, incluso, hay también cabezas de dragones amenazantes emergiendo desde la propia fachada de piedra, además de dos simpáticos dragones/leones/lo que sea que hacen de aldaba en la puerta de madera de acceso.
¿Qué nos llevamos?
En definitiva, fue para nosotros una visita breve y superficial, pero sin dejar de ser rica. Encontrarnos este último y precioso templo fue una grata sorpresa, entre tanto cachivache de obra. Es innegable que, pese a su simpleza, toda esa entrada de piedra y su tradicional tejado chino tienen un aire entrañable. Luego, ver también piedras centenarias con inscripciones y dibujos y habernos topado con esa graciosísima tortuga semi-enterrada… justifican la incursión de casi delincuentes.
Os dejo un breve vídeo de este templo de Kai Yuan para adentraros todavía más:
Si queréis ver las diferencias de este templo taoísta con uno budista de la misma ciudad, aquí tenéis un ejemplo: Templo budista de Zhanghua.
Otros lugares interesantes de Jingzhou son un museo y la colosal estatua de Guan Yu.
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