
Qué hacer en Estambul en una escala larga
Volviendo de Vietnam a España, teníamos una escala de cerca de 9 horas en Estambul. Aunque perdiéramos bastante tiempo yendo y volviendo del aeropuerto, decidimos acercarnos al centro de esta ciudad tan importante de Turquía para no perder las horas tirados en un sillón. Desde luego, una escala no da para mucho, pero sí para llevarse, al menos, una tarjeta de presentación de la ciudad. Unas horas bastan para impresionarnos ante los altísimos minaretes de las mezquitas, para escuchar llamadas a la oración que resuenan en la ciudad, para cruzarnos con muy diversas personas que reflejan el crisol de culturas que la habitan, para echar para atrás la cabeza y alucinar con la mezcla cristiano-islámica de Santa Sofía, y a la vez encontrarnos con enormes huellas de la Roma Antigua y de sultanes.
Tengo una escala larga en Estambul… ¿visito la ciudad o no?
Si es durante el día y tienes más de 6 horas, merece la pena.
Ten en cuenta:
1. El visado
Puedes comprobar aquí si por tu nacionalidad tienes derecho a solicitar el visado online, si no necesitas ninguno o si tienes que acudir personalmente a una embajada o consulado para solicitarlo.
Los españoles necesitamos visado para entrar en Turquía (o salir del aeropuerto, en este caso). Lo podemos pedir tanto por aquí como en el mismo aeropuerto al llegar, siguiendo las indicaciones de los carteles hasta llegar a un mostrador, donde, según el precio de febrero de 2020, podremos comprar nuestro visado por 25€.
2. El horario de apertura de los lugares que te gustaría visitar
¿A qué hora vas a llegar? ¿Muy temprano, de madrugada tardía? ¿Cuánto tardarán en abrir los sitios? ¿Estarás mucho tiempo tirado en la calle?
Comprueba el horario de apertura de todos los lugares a los que te gustaría ir para medir si te merece la pena acercarte a la ciudad de Estambul o no. No tendría sentido que tuvieras solo un par de horas o menos para visitar cosas.
3. La ciudad no madruga especialmente
En cualquier otro país, estaríamos esperando que hubiera cafeterías abiertas desde bastante temprano, para todos aquellos que van a trabajar o que van de paso. No fue lo que vivimos nosotros, que nos encontramos unas cuantas cerradas en torno a las 7 de la mañana antes de dar con aquella en la que repusimos fuerzas y nos recuperamos del fresquillo de 3º (me sale mal decir «frío» después de haber experimentado el invierno de Harbin).
Nos acercamos entre la oscuridad de las 7 de la mañana de Estambul hasta esa cafetería, atraídos por las muchísimas luces de su entrada. Nuestra sorpresa ha sido bastante grande cuando hemos buscado el nombre del bar en Internet mientras escribimos estas líneas y nos hemos encontrado con que incluso tienen una entrada en Wikipedia y bastante historia: se llama Pudding Shop – Lale Restaurant.
Lo que más nos llamó la atención nada más entrar fue la cantidad de billetes de todos los países del mundo que ocupaban las mesas, bajo su cristal. Eso y la saca de pan que nos pusieron para acompañar el desayuno. Lo demás lo podéis descubrir vosotros mismos, porque se encuentra justo al lado de las visitas clave de Estambul. [Tiene muchas opciones vegetarianas, por cierto].
De la misma forma que las cafeterías no madrugan especialmente, tampoco el acceso a los lugares más emblemáticos. Casi todos abren en torno a las 9:00 de la mañana o después, si bien la Mezquita Azul abre sus puertas a los turistas a las 8:30. Además de todo eso, no vimos amanecer hasta las 8 de la mañana (febrero).
3. La temperatura
Parece una tontería, pero en invierno en Estambul puede hacer un frío que no nos interesaría experimentar si venimos con ropa puesta de 30 grados del sur de Vietnam, por ejemplo. Más vale ser precavidos y tener esto en cuenta antes de facturar nuestra maleta con el abrigo dentro.
4. El cambio de divisa
No es una cuestión demasiado preocupante, porque se puede cambiar efectivo en el aeropuerto y se puede sacar dinero en liras en muchos cajeros de la ciudad. Además, vimos en un taxi incluso un datáfono.
5. Las distancias
Esto también es de pura lógica, pero a veces las ganas por visitar Estambul nos pueden hacer olvidar que el aeropuerto está a casi una hora del Aeropuerto Internacional de Estambul, y eso multiplicado por dos y sumado a las dos horas previas que deberíamos estar antes de nuestro siguiente vuelo… Suman bastante tiempo. O, más bien, nos lo restan de nuestra visita.
6. Colas en el Aeropuerto Internacional de Estambul
Este aeropuerto no ha sido, desde luego, el de más rápido acceso de todos en los que hemos estado. Nada que ver con la rapidez de los aeropuertos de Vietnam, vaya. Tuvimos que pasar hasta tres controles de seguridad, con sus colas correspondientes. Por eso y por si acaso, es mejor estar ya allí dos horas antes de la salida de nuestro vuelo.
Qué visitar en unas horas en Estambul
De nuevo, depende del horario en el que lleguéis a la ciudad: si demasiado temprano o con todo a punto, abierto y listo para ser visitado.
Nosotros llegamos demasiado temprano y eso nos restó bastante tiempo, porque los monumentos estaban todavía cerrados. En cualquier caso, un punto muy importante a favor es que varias de las visitas clave están juntas, así que aunque se disponga de pocas horas se puede hacer seguido y sin invertir un minuto en transporte. Estas son mis recomendaciones según lo que hicimos y lo que nos gustaría haber hecho:
1. Ver el Hipódromo de Constantinopla
Hoy es una plaza, así que está totalmente abierta, sin horario alguno.
2. Visitar la Mezquita Azul
Abre a las 8:30, así que en una escala temprana es la primera visita básica. La entrada es gratuita.
De acuerdo con un cartel que había en la puerta, para no coincidir con los momentos de rezo, su horario para los turistas es:
8:30 – 12:15
14:00 – 15:30
16:30 – 17:30
Los viernes abren a las 14:30.
3. Entrar en Santa Sofía (Hagia Sophia o Ayasophya)
Abre a las 9:00 como muchos otros sitios, pero esta es una parada que hay que hacer cuanto antes, porque es pura magia, historia y símbolo de las culturas que se han movido y mueven por Occidente. Además, es recomendable estar en la puerta del recinto al menos cinco minutos antes de su apertura, porque enseguida empezará a formarse una cola espectacular.
Abre de abril a octubre de 9:00 a 19:00, y de noviembre a marzo de 9:00 a 18:00. Dejan de vender tickets una hora antes.
La entrada cuesta 72 liras (unos 11€).
4. Visitar el Palacio Topkapi
También abre a las 9:00 y es otra visita obligatoria, porque en él vivieron los sultanes que gobernaron el Imperio Otomano hasta el siglo XIX. Además, desde él hay unas vistas espectaculares de Estambul.
La entrada al Palacio vale 72 liras (unos 11€), pero si queremos ver el Harén (básico también), hay que pagar aparte otras 42 liras (unos 6€).
5. Bajar a la Cisterna Basílica y asomarnos al Milion de Constantinopla
Si disponemos de tiempo para llegar hasta este punto, es mejor hacerlo justo después de Santa Sofía, ya que está a apenas unos metros. Si no, es una cuestión de preferencia personal qué preferimos ver primero, en caso de que no nos dé tiempo a lo siguiente.
La entrada son 20 liras (3€) y está abierta de 9:00 a 17:30.
6. Recorrer el Gran Bazar
Si tenéis tiempo suficiente y aunque ya no esté tan cerca como las anteriores visitas, me parece que el Gran Bazar de Estambul es un clásico al que hay que dedicarle algún buen rato.
Por desgracia, ya que nosotros llegamos durante la madrugada, no tuvimos tiempo para hacer todo lo anterior. No obstante, disponiendo de 8 o 9 horas durante una escala en pleno día, puede dar tiempo a hacer todo esto sin estresarse demasiado por el camino.
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